Bienvenido a Escolar.com
escol@r.com - sección apuntes
Buscar en Escolar.com

Apuntes: Psicología infantil
Contribución de cesar el Sunday, June 17 @ 18:53:10 EST
Apuntes Psicología

 

 

Es el estudio del comportamiento de los niños desde el nacimiento hasta la adolescencia, que incluye sus características físicas, cognitivas, motoras, lingüísticas, perceptivas, sociales y emocionales.

Los psicólogos infantiles intentan explicar las semejanzas y las diferencias entre los niños, así como su comportamiento y desarrollo, tanto normales como anormales. También desarrollan métodos para tratar problemas sociales, emocionales y de aprendizaje, aplicando terapias en consultas privadas y en escuelas, hospitales y otras instituciones.

Las dos cuestiones críticas para los psicólogos infantiles son: primero, determinar cómo las variables ambientales (el comportamiento de los padres, por ejemplo) y las características biológicas (como las predisposiciones genéticas) interactúan e influyen en el comportamiento; y segundo, entender cómo los distintos cambios en el comportamiento se interrelacionan

Tanto Platón como Aristóteles escribieron sobre la infancia. Platón sostenía que los niños nacen ya dotados de habilidades específicas que su educación puede y debe potenciar. Sus puntos de vista siguen hoy vigentes en la idea de las diferencias individuales ante una misma educación. Aristóteles, por su parte, propuso métodos de observación del comportamiento infantil, que fueron precursores de los que hoy aplican los investigadores relacionan.

La investigación científica sobre el desarrollo infantil hizo grandes progresos a comienzos del siglo XX. Uno de los mayores estímulos sería la introducción, en 1916, por parte del psicólogo estadounidense Lewis Terman, del test de inteligencia conocido hoy como test de Stanford-Binet, que condujo a una serie de estudios sobre el desarrollo intelectual del niño. En la década siguiente, un grupo de científicos estadounidenses comenzaron a realizar observaciones de carácter longitudinal a gran escala de los niños y sus familias: el mismo niño era seguido, observado y examinado durante un cierto periodo de su desarrollo.

El psicólogo estadounidense Arnold Gesell creó un instituto de investigación en la Universidad de Yale con el único objetivo de estudiar a los niños, analizando su comportamiento a través de filmaciones.

Es importante que el odontólogo conozca como se produce el crecimiento en la mayoría de los niños. El curso del desarrollo normal no es algo que corra parejo. Solo el conocimiento de la vida integra de un niño puede ayudarnos a saber si la conducta difícil del niño es parte de una estructura anormal de la personalidad o sólo un desvío de su funcionamiento habitualmente normal.

Desde el curso del embarazo no se lo ve, pero la existencia del feto es manifiesta. ÉL no lo sabe, pero ella reacciona a su presencia a veces con alegría , otras veces con rabia. Si la criatura no fue bienvenida al momento de su concepción no tiene porque no serlo al nacer.

Todos los recién nacidos, salvo algunos pocos, incluidos los que tienen defectos y deficiencias constitucionales, poseen mecanismos innatos parar llegar a ser personas que funcionen perfectamente individual y socialmente dentro del contexto de un medio adulto que sea razonablemente capaz y este dispuesto a ayudarlo a ello. La criatura posee un cerebro dispuesto a percibir y dar sentido a los estímulos que le llegan por los ojos, los oídos , los pies, la cabeza la piel y la boca. Este cerebro así mismo esta pronto a enviar señales a las partes normales del cuerpo para compensar las limitaciones de las partes anormales. Aunque nacido en un estado de facilidad para usar algunas de sus aptitudes bien, el niño esta absolutamente desamparado y dependiente de los adultos para que le brinden las oportunidades.

Así como el azar esta siempre a punto de cambiar el curso de una vida, un accidente, una enfermedad, la muerte o una relación significativa con cualquier persona pueden hacer una diferencia crítica en el resultado de la evolución. El odontólogo puede ser una de esas otras personas importantes.

 

·         Edad de 0 a 4 meses.

El bebé empieza a reconocer a su madre a través del olfato, y la voz. se comunica a través del llanto y emite vocalizaciones. Es capaz de mantener firme su cabeza durante unos segundos y la levanta cuando está boca abajo. El patrón de sueño se va iniciando al segundo mes. El contacto físico y las caricias son agradables. sonríe a personas conocidas.

·         Edad de 4 a 8 meses.

Es capaz de mantenerse sentado con apoyo, descubren sus pies y manos, pueden alcanzar objetos al acercarse a ellos. sonríen y se ríen estableciendo más contacto con los padres y personas familiares a ellos. Al dormir se arrullan de manera muy selectiva. reconoce objetos a través de la boca. Balbucea y tiende a imitar sonidos, siendo esto una forma de juego.

 

 

·         Edad de 8 a 11 meses.

Es capaz de sentarse solo una vez que se les coloca en una posición, pueden sostenerse de pie e inician a gatear, dando también pequeños pasos con ayuda. en algunos niños, empiezan a caminar antes del año de edad. Juguetean objetos con las manos, pudiendo sostenerlos. Ante extraños puede presentar cierta inquietud, mostrándose temeroso. utiliza gestos y señas para expresarse, así como también empieza a utilizar sílabas.

·         Edad de 8 a 18 meses.

Es capaz de caminar, subir y bajar escaleras; con o sin ayuda. se desplaza de forma independiente, explorando su medio. Ha adquirido la maniobra de pinza, donde es capaz de tomar cabello, insectos, pasto; pueden encender aparatos, abren y cierran puertas, etc. Hace columnas o apila objetos. coopera al vestirlo y usa algunos utensilios para comer. Inicia el lenguaje con palabras sencillas.

·         Edad de 28 a 24 meses.

Corre sin caerse, aunque su marcha aún no es firme y su cuerpo se inclina a los lados, patea la pelota y brinca en su lugar. extiende ambas manos para alcanzar objetos. Hace garabatos con un lápiz, le gusta hojear libros. come solo y puede quitarse la ropa. Usa frases para pedir cosas, sabe el nombre y reconoce partes de su cuerpo. Identifica señales de sus esfínteres.

Así tenemos que al primer año se evolución psicosexual se lo denomina fase oral porque la mayor parte del placer del bebé es incorporar, la boca es el órgano más observable para lograr esto, pero la vista el oído y el tacto son órganos de incorporación.

La sonrisa es el primer signo social que muestra el bebé, hay una sonrisa refleja provocada por la voz humana, aún después de los primeros días después del nacimiento. la sonrisa activa que se presenta entre las cuatro y ocho semanas es una respuesta aprendida, imitativa dada a las personas que le sonrieron muchas veces. representa también el primer indicio de que el bebé tiene conciencia de que existe su yo y de que existe el otro, mejor aún de que existen otros.

E un principio, sólo conoce sus propios deseos y exige que se los satisfaga, a esta área de los deseos y exigencias de la vida mental se la considera una estructura llamada el Ello. Cuando el niño experimenta al displacer del mundo real ante sus exigencias y la mayor aceptación cuando sabe esperar, comienza a formarse la estructura mental mas importante, a esta se la llama Ego o Yo. La fuerza o debilidad de esta estructura determinará en último término lo que viva consigo mismo y funcione en el medio. Más tarde llegará una estructura llamada Superego o Superyó.

·         Edad de 2 a 3 años.

Mantiene más coordinación al caminar o correr, alcanza objetos con una mano, puede ensartar cuentas y puede cachar pelotas. Logra el control de esfínteres, explora sus genitales. entiende y realiza instrucciones sencillas, distingue entre uno y muchos. empiezan a manifestar preferencia entre derecha o izquierda para realizar tareas. repite frases y usa oraciones de 4 o 6 palabras. Tiende a ser individualista en sus juegos.

En algún momento del segundo año cuando la alimentación ya no es la actividad importante, la madre comienza el adiestramiento de esfínteres. El niño toma conciencia de su poder para decidir si depositará se excreciones en un lugar indicado por su madre o si continuará ensuciando sus pañales.

La resolución sana pasa por el control de los esfínteres por su propio placer. La ansiedad de este periodo produce reacciones que mas tarde se graban en la formación de un carácter que es contradictorio, rebelde o rígidamente unilateral. La persona unilateral puede ser perfeccionista o descuidada, extremadamente agresiva o extremadamente pasiva. El niño con personalidad sana se limpiara los dientes convencido de que es bueno para él .El niño rebelde no se los limpiará porque sus padres quieren que lo haga. El niño rígidamente limpio puede llegar a ser obsesivo con el lavado de manos y cepillado de dientes.

Ahora cuando el niño al llegar a esta edad aún no controla sus esfínteres y por el contrario sigue mojando la cama por las noches se presenta lo que se designa como enuresis, que significa el vaciamiento inapropiado e involuntario de orina en un sujeto que por su edad se supondría que controla sus esfínteres.

Se  presenta durante la niñez y   en ocasiones, puede persistir  hasta llegar a la pubertad.  sólo   es correcto hablar de enuresis nocturna cuando el niño, después de los 7 años de edad,  continúa orinándose en la cama. 

Tratamiento psicológico es muy importante ya que se trata de brindarle seguridad y confianza al niño, evitando que   se sienta aún más avergonzado y angustiado por mojar la cama, y afecte su autoestima. Los padres juegan un papel muy importante  dentro del tratamiento ya que se  les orientará  para motivar al niño, evitando regaños   y  castigos, ya que estas actitudes  provocarán en el niño un sentimiento de frustración y   culpabilidad ante el proceso del tratamiento.

 

 

 

·         Edad de 3 a 4 años.

Tiene mayor resistencia, fuerza y coordinación de movimientos y en su marcha. Puede dibujar formas sencillas y reconoce colores. Imita actividades de acuerdo a su rol psicosexual. Puede integrarse en juegos de grupo de forma cooperativa. Utiliza más palabras y construye oraciones más complejas, puede aprender canciones y rimas.

  • Edad de 4 a 5 años


Camina sobre una barra manteniendo el equilibrio, salta suavemente, mantiene el equilibrio en un pie. Es capaz de vestirse, utilizando los botones y cierres, atarse las agujetas. Realiza trazos finos, colorea y recorta. cuenta sus propias historias.

·         Edad de 5 a 6 años.

Reconoce letras, realiza razonamientos numéricos, ubica presente, pasado y futuro. Participa en concursos, juega forma más participativa en grupo. Se baña solo. el repertorio de su lenguaje es aún más extenso. Asume y acta normas de disciplina con más responsabilidad.

A partir de estos años y al no necesitar que su madre lo alimente y cambie, la atención del niño se vuelca hacia sus genitales. Durante algún tiempo tuvo un conocimiento más bies sutil de las diferencias anatómicas de niños y niñas. Ahora adquiere una curiosidad cognoscitiva y de mayor revestimiento emocional de esas partes del cuerpo y sus funciones. Quiere saber de donde vienen los bebes y quiere aprender como llegaron allí.

  • Edad de 6 a 7 años.


Coordina movimientos rítmicos, si practica un deporte sigue las reglas del mismo. Se interesa por fenómenos de la naturaleza, adquiere el proceso de lecto-escritura, puede leer la hora. hay un dominio de su arreglo y aliño personal, aunque tiende a no importarle mucho su aspecto personal.

·         Edad de 7 a 8 años.

La velocidad de sus movimientos aumenta, lee por su propia iniciativa, puede ser autosuficiente en casa (como hacer su cama, levantar su plato, tomar cosas de libreros, o de alacenas no altos ni peligrosos). Puede realizar compras pequeñas y simples. Expresa verbalmente lo que piensa y siente.

  • Edad de 8 a 9 años


Posee la capacidad para realizar trabajos manuales por su propia iniciativa. Memoriza la información que lee, resuelve problemas aritméticos sencillos, su pensamiento es organizado. Se responsabiliza de sus tareas y actividades escolares. Imita modas y conductas de sus amigos. participa de forma más activa en problemas de la familia.

  • Edad de 9 a 10 años


Realiza actividades motrices de mayor complejidad, organiza sus objetos personales, colecciona cosas de su interés, puede administrar su dinero, es muy sensible a la crítica social al exponer sus ideas. Se va interesando por los cambios de la pubertad y del sexo opuesto, pero tiende a negarlo.

·         Edad de 10 a 11 años.

Se adapta con personas de todas las edades, es flexible, posee sentido de la ética y justicia, se interesa en aspectos religiosos. Le agrada hablar de sí mismo, establece códigos secretos para comunicarse con sus amigos. Es capaz de elegir sobre sus compromisos sociales y se esfuerza por cumplirlos. Observa con interés su cuerpo y sus cambios del crecimiento.

  • Edad de 11 a 12 años


Las niñas en general han alcanzado su estatura antes de la menstruación, los varones en cambio sólo han alcanzado el 80% de su estatura y menos de la mitad de su peso de adultos. Aumenta su interés sobre nuevas ideas, y aumenta su sentido crítico. imita el tipo de lenguaje y entonación de su grupo de amigos. 

A partir de los seis años y hasta los doce el niño entra al periodo de latencia. Algunos niños son muy maduros y otros apenas lo suficientemente maduros, las tensiones de tener que aprender y competir y entremezclarse con los pares socialmente pondrá a prueba la fuerza de la personalidad.

Son capaces de tolerar la frustración la ansiedad, están capacitados para orientar sus impulsos agresivos y sexual hacia canales socialmente aceptables, en vez de una actitud beligerante o de una actividad sexual manifiesta.

Se le llama periodo de latencia porque debajo de toda esa calma están los conflictos reprimidos del pasado, reposando tranquilos por un tiempo antes que las hormonas y las tensiones de la preparación para las responsabilidades de la vida adulta los revivan.

Así que después de lo anterior si en un niño se presenta de manifiesto alguna alteración que nosotras podamos percibir en su conducta es nuestro deber el informar a los padres porque la intervención psicológica en niños es muy importante ya que debido a la percepción que tienen del mundo es totalmente diferente al mundo de los adultos,  experimentándose en ocasiones como personas que se encuentran en desventaja o están desvalidos. Asimismo se pueden detectar  alteraciones   cognitivas que afecten su vida académica posterior.

Existen pues dos formas de ser el niño progresivo que realiza siempre esfuerzos por mejorar sus aptitudes y por adquirir otras y el niño regresivo que se retrae cuando las cosas se ponen duras y se rehúsa a probar las nuevas, actúa sobre la base del "es demasiado trabajo".

De los doce a los dieciocho años al no ser capaces de satisfacer realmente sus deseos,,los adolescentes viven en un mundo de fantasía. Las fantasías de un adolescente no sano son regresivas, aferradas a los derechos del pasado; las fantasías de un adolescente sano son progresivas, una planificación del futuro los regresivos se aferran a la dependencia Los progresivos pretenden alcanzar la resolución final del conflicto edípico y completar el proceso de separación-individuación. Su intención no es ser menos, sino más que sus padres y encontrar su pareja y establecer su propia familia.

Es por eso que como dice la Dra. Aurora Jaimes Medrano :El auto concepto es la forma en que cada persona se valora y evalúa a sí misma. existen dos elementos importantes que lo constituyen y son la confianza y la seguridad que tienen las personas a sí mismas, esto conduce a la autoestima.

La confianza estará establecida cuando el niño pueda enfrentar y resolver situaciones difíciles o nuevas, en las que utilizará sus recursos tanto internos como externos, sin la necesidad de que sus padres estén presentes. es por ello, que los padres deben de observar las potencialidades y dificultades que puedan tener con el objetivo de darles orientación y apoyo. El fomentar sus cualidades y modificar sus defectos es parte también de brindarle confianza.

El odontólogo puede experimentar pocas dificultades con sus pacientes adolescentes. Están ahí porque están de acuerdo en que lo necesitaban o porque lo desearon. La vista de un instrumento en la mano del odontólogo puede provocar un retorno de ansiedad, esta transfiriendo sus impulsos agresivos contra el padre y su temor de venganza hacia el odontólogo. El niño ansioso tiende a resistir el tratamiento agresivamente, necesita un odontólogo a quien conozca, para establecida su fe en él, cuando no se reduce esta ansiedad, por lo menos a un nivel de trabajo, se puede sospechar de que ese niño tiene un problema psicológico , la sugerencia para una mayor exploración de esa posibilidad podría ser oportuna.

Una vez que hemos terminado de revisar lo que se podría considerar normal, vamos a ver que las posibles patologías de las que sospechemos pueden estar fundadas en los siguientes puntos de vista:

1.      Por privación de una cantidad y calidad variable de ingredientes de la evolución normal, por ejemplo tenemos a los niños que presentan trastornos por déficit de atención que se describen a continuación:

Las alteraciones son identificadas primero por el padre o profesor. en las aulas, estos pequeños dan la impresión de que escuchan mal, están inquietos, trabajan de forma irregular y descuidada. en particular le son duras las tareas que requieren de una atencion sostenida y atencion selectiva o concentrada. Estos niños también tienen problemas en la relación con sus compañeros, mala conducta y pobre rendimiento escolar, generalmente son los llamados "niños problema".

2.      Fijación en niveles de la evolución psicológica debida a demasiada frustración o gratificación en cualquier etapa del desarrollo del niño.

 

3.      Regresión a niveles anteriores del funcionamiento cuando uno se ha aventurado a un nivel superior y se ha encontrado con dificultades sobre la marcha.

 

Expuesto lo anterior y adentrándonos más en nuestra área debemos saber que una diferencia principal entre el tratamiento de niños y adultos es la relación, ya que el tratamiento en adultos es uno a uno, es decir una relación odontólogo-paciente y el tratamiento de los niños es uno a dos-odontólogo-paciente-niño-familia

El reconocimiento del paso de la dependencia funcional a la autonomía funcional como proceso del desarrollo social, puede ayudar al odontólogo, muchos niños chiquitos que carecen de destreza en sus dedos, intentan cepillar sus propios dientes, los padres por su parte comprendiendo esta falta de destreza insisten en atender el cuidado de la salud bucal de sus hijos permitiendo al odontólogo interceder y hacer recomendaciones conciliatorias adecuadas.

Aunque es responsabilidad del equipo odontológico modelar la conducta del niño en el consultorio odontológico, el apoyo y comprensión de los padres son necesarios para esta empresa. Mantener buena comunicación con ellos es prioritario. Sin embargo no estamos exentos de encontrarnos con cualquiera de los siguientes tipos de padres:

o        Los sobre protectores que impiden el progreso natural del niño hacia su independencia, por lo general el odontólogo puede enfrentar la situación preguntando ¿Qué piensa usted acerca de acompañar a...? esto crea una apertura para una discusión razonable. Apuntar a la falta de aprensión de los niños pequeños y a señalar la importancia de establecer una relación uno a uno entre el odontólogo y el niño satisface generalmente a la mayoría de estos padres.

 

o        Padres manejadores. El comportamiento manipulador se manifiesta por las actitudes demasiado exigentes, inicialmente las demandas pueden centrarse en la hora de la consulta, pero extenderse hasta pretender dirigir el diagnóstico o el tratamiento.

 

o        Padres hostiles. La conducta hostil la presentan los padres que cuestionan la necesidad del tratamiento, Por lo general no se trata de curiosidad , puede no ser evidente su conducta, pero puede ser esta resultado de malas experiencias personales con la odontología, un negativismo hacia los trabajadores de la salud, sentimiento de inseguridad ante un ambiente extraño o errores de concepto en cuanto a la odontología

 

o        Padres negligentes por lo general se descubren porque no cumplen con sus citas, faltan a las consultas de seguimiento y no controlan ni la higiene ni los hábitos de acuerdo con lo programado. Algunos padres pueden no apreciar los beneficios de una buena atención odontológica, a pesar de que llevan a sus hijos al odontólogo.

Los padres, no los hijos, son los que litigan con los odontólogos por los métodos de abordaje del tratamiento. Para evitar complicaciones legales, es probable que una de las mejores estrategias defensivas sea establecer buena relación y comunicación con los padres.




 
.
.