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Apuntes: Caperucita Roja
Enviado el Tuesday, April 09 @ 04:19:56 EST
Cuentos Infantiles Había una vez...

...Una niñita que vivía con su madre cerca de un gran bosque. Al otro lado del bosque vivía su abuelita, que sabía hacer manualidades y un día le había realizado una preciosa caperucita roja a su nietita, y ésta la usaba tan continuamente, que todos la conocían como Caperucita Roja.

 

Un día la madre le dijo:

-Vamos a ver si eres capaz de ir solita a casa de tu abuelita. Llévale estos alimentos y este pote de mantequilla y pregúntale cómo se encuentra, pero ten mucho cuidado durante el camino por el bosque y no te detengas a hablar con nadie.

Así, Caperucita Roja, llevando su cestito, fue por el bosque a visitar a su abuelita. En el camino la observó el lobo feroz, desde detrás de algunos árboles. Tuvo ganas de devorar a la niña, pero no se atrevió, pues escuchó muy cerca a los leñadores trabajando en el bosque.

El lobo, con su voz más amistosa, preguntó:

-¿Dónde vas, querida Caperucita? ¿A quién llevas esa canata con alimentos?

-Voy a ver a mi abuelita, que vive en la casa blanca al otro extremo del bosque -respondió Caperucita Roja, sin hacer caso a lo que le había recomendado su mamá y sin saber que es muy peligroso que las niñas hablen con los lobos.

-Tus piernas son muy cortas y no pueden llevarte allá rápidamente; yo me adelantaré y le diré a tu abuelita que la vas a visitar -dijo el lobo pensando comerse a las dos.

Caperucita Roja se entretuvo en el camino recogiendo flores silvestres. Mientras tanto el hambriento lobo feroz se dirigió con mucha rapidez a la casa donde vivía la abuelita. Estaba muy impaciente porque no había comido en tres días.

Sin embargo, la abuelita se había ido muy temprano para el pueblo, y el lobo encontró la casa vacía.

 Poniéndose el gorro de dormir de la anciana, se metió en la cama y esperó a Caperucita Roja. Cuando la niña entró en la casa, se asustó porque encontró a su abuelita en cama y le pareció muy extraña.

-¡Oh! ¡Abuelita! -exclamó Caperucita Roja-, ¡qué orejas más grandes que tienes!

-Son para escucharte mejor -dijo el lobo.

-Abuelita, ¡qué ojos más grandes tú tienes!

-Son para verte mejor, querida nieta.

-Abuelita, ¡qué dientes más grandes que tienes!

-Son para comerte mejor -gritó el lobo saltando de la cama.

Un leñador que se encontraba cerca escuchó a Caperucita Roja que pedía socorro por la ventana. Tomando su hacha corrió hacia la casa para salvarla.

Antes que el lobo pudiera hacer daño a Caperucita Roja, el leñador le dio muerte de un tremendo hachazo. Luego lo arrastró hasta el bosque Y en ese momento la abuelita regresaba a su hogar, lo que hizo tranquilizar a Caperucita y pasar un rato de alegría junto a ella.




 
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