ACÓNITO
EL ACÓNITO EN TOXICOLOGIA
Se han observado intoxicaciones por el acónito, bien por haber confundido las raíces del acónito napellus con la coclearia o el opio, bien por abuso de sus preparados medicamentosos, bien por efecto de una intención criminal. La acción tóxica del acónito ferox supera con mucho a la del acónito napellus, y la de uno y otro, como su acción fisiológica, varían según los climas. Los síntomas de la intoxicación nos son conocidos por los efectos fisiológicos de esta sustancia. Consisten en fenómenos de irritación de las mucosas de la boca, faringe, esófago y estómago (ptialismo), tumefacción de las amígdalas, disfagia, náuseas, vómitos, dolores cardiálgicos, disminución de la respiración, de la temperatura y de la actividad circulatoria, gran debilidad muscular, parestesia, ambliopía y dilatación pupilar; la muerte sobreviene por asfixia paralítica. La autopsia no suministra signos especiales.
Como tratamiento se emplean los vomitivos, la bomba gástrica y los excitantes (irritantes cutáneos, alcohol, alcanfor, electricidad, etc). Se han recomendado las sustancias ricas en tanino y el café negro.
