Escolar    |    Academia    |    Cuentos Cortos    |    Matematicas

 

.

ACADEMIA

LAS CINCO ACADEMIAS FILOSÓFICAS


Con inferencias más o menos cercanas a la exactitud señalan los historiadores de la filosofía (V. Ritter), fundados en tales datos, hasta cinco academias.

La primera academia, llamada antigua, es la de Platón y sus discípulos inmediatos, aunque no muy fieles, Espeusipo y Xenócrates; la segunda o media es la erigida por Arcesilao, fundador del probabilismo (V. Fouillée, Histoire de la Philosophie); la tercera o moderna es la establecida por Carneades, que recuerda los antiguos sofistas; la cuarta es la que tenía por jefe a Philón, y la quinta es la establecida por Antioco (V. Sextas Emp).

Fragmentarias son las indicaciones que Cicerón (V. Diálogo del orador, lib. III) hace de los filósofos llamados académicos. De ellos dice: “Habiendo sido tantos los discípulos de Sócrates, y conservando todos alguna parte de su enseñanza esparcida en tantas y tan variadas discusiones, nacieron de aquí muchas sectas entre sí discordes, aunque todos sus adeptos se llamasen socráticos y se tuviesen por fieles discípulos de Sócrates. Y primero fueron discípulos de Platón, Aristóteles y Xenócrates... padre éste de la academia. Los académicos forman dos escuelas con un mismo nombre, porque Espeusipo, hijo de una hermana de Platon, Xenócrates, discípulo del mismo Platón, y Polemón y Crautor, que lo fueron de Xenócrates, se diferencian poco de Aristóteles, que fue, juntamente con ellos, discípulo de Platón; sólo difieren mucho en la abundancia y variedad del estilo. Arcesilao, discípulo de Polemón, fue el primero que de varios diálogos platónicos y razonamientos da Sócrates dedujo la consecuencia de que no hay certidumbre alguna en el conocimiento adquirido por los sentidos o por el entendimiento, y cuentan que con suma gracia en el decir despreció todo criterio, lo mismo el de la razón que el de los sentidos, y fue el primero en renovar el método ya usado por Sócrates: no demostrar lo que él mismo pensaba, sino disputar contra la opinión de cualquier otro. De aquí nació la nueva academia, en la cual se distinguió por su divina prontitud de ingenio y abundancia de decir, Carneades”.

2014 - Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano Siglo XIX. Aviso Legal