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ABONO

MÉTODOS DE PRECIPITACIÓN DE AGUAS CLOACALES PARA ABONO


Varias han sido las sustancias empleadas con el mismo objeto.

1° Precipitación por la cal. El tratamiento de las aguas fecales por la cal se ha puesto en práctica en las ciudades de Leicester y de Blakburn. Resulta ele los estadios hechos en estas poblaciones que, por medio de la adición de la cal. las materias en suspensión no se precipitan en su totalidad sino que, al contrario, más de le mitad de las sustancias orgánicas putrescibles escapa a la influencia de los reactivos. De modo que las aguas fecales, aún después de este tratamiento, no pueden entrar a formar parte de los ríos, canales, etc., y demás corrientes de agua. Los comisionados para dar informe en Blakburn acerca de la bondad del procedimiento, han manifestado que los líquidos fangosos son negruzcos y que desprenden gases fétidos, presentando además masas negras de inmundicias quo flotan en la superficie.

2° Precipitación por la cal y cloruro de hierro. Este procedimiento se emplea en la ciudad inglesa de Northampton. Las aguas fecales son conducidas por canalización apropiada a una instalación situada a un kilómetro del poblado y allí son tratadas por la cal y cloruro de hierro. Se añade primero la cal y después el cloruro; verificada la filtración, el líquido se filtra de abajo a arriba, a través de una capa de 20 centímetros de espesor, formada con mineral de hierro tostado. Este procedimiento, bastante sencillo en cuanto a la manipulación, no es sin embargo completamente aceptable bajo el punto de vista higiénico.

3° Precipitación por la cal y el cloruro de magnesio. Procedimiento Hule. Este procedimiento consiste en añadir a las aguas recales una mezcla de 45 kilogramos de cal, 5 de cloruro de magnesio calcinado y 3 de brea; además se añade otra sustancia cuyo nombre se lo ha reservado el autor del procedimiento. Se empieza por apagar la cal, y mientras dura legran elevación de temperatura, se procura hacer una mezcla bien homogénea con la masa y alquitrán; se añade en seguida la sal magnesia y después agua, agitando bien la mezcla para que toda la masa resulte bien líquida, y en esta disposición se añade a las aguas fecales. Este procedimiento se ha aplicado en Wimbledon, donde las aguas inundan un volumen de 818 metros cúbicos diarios y se reciben en un depósito apropiado. Allí se efectúa la mezcla, pasando después a un recipiente circular, de unos seis metros de diámetro, donde el precipitado se deposita. El líquido que sobrenada se filtra por una capa de carbón de 0,23 m de espesor, pasando por último a un nuevo depósito de donde puede destinarse al riego o dejarse correr al río. El precipitado que queda en el segundo recipiente se saca dos veces al año y forma una masa negruzca con ligero olor en el estado fresco y sin valor como abono.

4° Precipitación por la cal y arcilla. Este procedimiento, dado por Scott, consiste en Mezclar cal y arcilla en proporciones muy parecidas a las empleadas para fabricar el cemento, es decir, 250 kilos de cal y 125 de arcilla para cada 1,000 kilos de aguas fecales. Esta mezcla sirve para la precipitación de las materias sólidas que dichas aguas llevan en suspensión; y donde, por circunstancias excepcionales de localidad, estas llevan bastante proporción de cal y arcilla, las cantidades antes indicadas se modifican convenientemente. Se deseca el precipitado obtenido en recipientes apropiados, se le comprime con prensas hidráulicas y se le calcina. Si no se quiere obtener mas que un cemento ordinario, basta para la calcinación del precipitado la misma materia orgánica que ésta lleva, exigiendo solamente un poco de combustible para iniciar la combustión. Si, por el contrario, lo que se desea obtener es un cemento de primera calidad como el Portland, hay que aumentar el combustible para calcinar completamente las materias carbonosas de los depósitos fecales.

Las aguas fecales tratadas de este modo resultan muy depuradas y sin olor nocivo, y la combustión de los depósitos tampoco hay emanaciones insalubres ni molestas. Además, en una buena instalación, el trasporte del depósito a los hornos no debe dar tampoco olores de ninguna clase. Los puntos esenciales que hay que observar constaten:

1° En hacer todo lo íntima que sea posible la mezcla a causa del estado grandísimo de división en que resulta el precipitado de carbonato de cal formado por la adición de la cal; 2° En acelerar la precipitación de los depósitos, y 3° En utilizar las materias orgánicas arrastradas por el carbonato de cal y la arcilla en la combustión de la mezcla. Este procedimiento ha sido puesto en práctica en Caling, haciéndose la instalación y operaciones bajo la dirección del mismo inventor. En las visitas de inspección que el comité Grantham do la Asociación hizo a dichas instalaciones, reconoció que, a pesar de tratarse de una evacuación de 1.800 000 litros diarios, el procedimiento no presentaba causas de insalubridad, ni desprendían olores las aguas depuradas a cielo abierto. Sin embargo, los análisis de dichas aguas probaron que si las materias en suspensión eran precipitadas por completo, no sucedía lo mismo con las sustancias en disolución, las cuales permanecían en su mayor parte.

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