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ABONO

ABONOS INDUSTRIALES ORGÁNICOS


A la cabeza de estos productos figuran los preparados que efectúa la industria con la carne, sangre y despojos de los animales muertos.

La industria dedicada a la fabricación y comercio de abonos, opera en grande escala la preparación de la carne de caballo, perro y demás animales muertos no aprovechables para carnicería. En París y en otras grandes capitales se trabaja mucho en esta industria. Matan el animal, lo desangran y lo despojan; todo el resto del animal lo arrojan en grandes cajas de madera que pueden contener de 30 a 35 caballos; se cierran herméticamente esas cajas una vez llenas, y durante veinte o veinticuatro horas se somete su carga a la acción del vapor de agua que se hace llegar al interior de las cajas con objeto de efectuar la cocción de la carne. Esta se saca después, desprendiéndose fácilmente de los huesos, y en el fondo de las cajas queda una masa líquida con la grasa y la gelatina. Se deseca la carne muscular, primero al sol y después en una estufa de aire caliente y seco, y una vez completamente desecada la carne, se pulveriza y expende como abono, pues ya hemos dicho que contiene un 10 por 100 de nitrógeno. De aquí resulta que, con 300 o 350 kilogramos de carne seca y pulverizada, se puede suministrar a una hectárea de terreno tanto nitrógeno como con 10 000 kilogramos de estiércol de cuadra. Para hacer mejor la distribución del polvo de carne en el suelo, se suele mezclar, antes de hacer la distribución, con tierra, yeso, cenizas o creta en polvo, y de esta manera se esparce muy bien y hasta se completan sus efectos cuando se emplean las tres últimas sustancias indicadas.

La masa líquida que queda en los fondos de las cajas de que antes se ha hecho mención, contiene grasa, que se recoge aparte y se vende; agua, procedente de la condensación del vapor, cargada de gelatina y una mezcla de sangre, residuos gelatinosos y carnosos que, recogidos aparte y mezclados con turba carbonizada y pulverizada, se expenden también como abonos, de propiedades análogas, si bien menos eficaces, que las de la carne preparada como antes se ha dicho.

La sangre del animal se recoge separadamente y se va agitando mientras se enfría, con lo cual se coagula y precipita la fibrina, que se recoge, se deseca y se pulveriza. La sangre liquida y desfibrinada aparece de un color negruzco y se trasiega a unas cubas de madera donde se calienta hasta 60° por medio de vapor de agua, con lo cual se coagula la albúmina que arrastra consigo, al depositarse los glóbulos de la sangre; entonces la masa fluida se introduce en unos sacos de lienzo que se someten, después de cargados, a una fuerte presión; la parte líquida fluye a través de las mallas del tejido, y la albúmina y los glóbulos quedan formando una masa sólida que se saca después de los sacos formando tortas o panes que se desecan en estufas y se pulverizan. El polvo resultante se mezcla con la fibrina pulverizada obtenida primeramente, y la mezcla se coloca en toneles en los cuales se exporta en bastante cantidad a las colonias americanas para los plantíos de caña de azúcar.

Se emplean también para obtener preparados semejantes, y efectuando operaciones análogas, los restos y desperdicios de pescados que quedan en las fábricas de salazón y conservas. En Noruega, en Escocia y en Terranova, se obtienen buenos rendimientos de estas materias. En España hay montada una fábrica de esta clase, en Isla Cristina, provincia de Huelva, donde se utilizando dos los residuos de la preparación del atén y da las sardinas para obtener abonos industriales que se expenden con el nombre de guano artificial.

Como materias nitrogenadas, se utilizan también mucho en la industria de abonos comerciales los restos de lana, cuernos, desperdicios de cuero, plumas, etc., ya para fabricar abonos especiales nitrogenados (que siempre llevan consigo alguna cantidad de fosfatos), ya para unirlos a otros preparados y formar abonos completos, Para preparar las sustancias dichas, algunos autores aconsejan el empleo de una lejía de sosa porque, bajo su influencia, estas materias sufren una modificación profunda; después se deseca, se tritura y se pulveriza; otros tratan las materias nitrogenadas por el ácido sulfúrico, y el residuo, después de desecado y neutralizado por una base, es lo que se considera como materia nitrogenada para utilizarlo como abono especial para mezclarlo con fosfatos para preparar los guanos artificiales.

En estos últimos años Jaille ha efectuado en Agen, con buen éxito, ensayos diversos para liquidar, bajo la acción del vapor a alta presión, los desperdicios de cuernos, lanas, etc., con el objeto de que el nitrógeno de estas sustancias se asimile más rápidamente por las plantas. Rohart emplea con el mismo objeto un generador de vapor de quince caballos, a alta presión, que sirve para tres digestores, de 1 400 litros de cabida cada uno, en los que se pueden trabajar 300 kilogramos de estas sustancias nitrogenadas, y la disgregación se verifica en más o menos tiempo, según la mayor o menor facilidad en descomponerse las sustancias sobre que se opera.
Cuando se emplean materias fecales, conviene tostarlas antes y, todavía calientes, triturarlas para facilitar la pulverización. Las mezclas de todos estos diferentes principios fertilizantes para formar los abonos comerciales, así como la disgregación de estos al tiempo de emplearlos, reclaman el empleo de aparatos mezcladores especiales.

2014 - Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano Siglo XIX. Aviso Legal