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ABANICO

DETALLES Y ARMADO DEL ABANICO


Por supuesto, que el abanico no es generalmente una prenda tan elemental como la acabada de describir. Por de pronto, casi todos, aun los ínfimos, tienen dos países; esto es, dos sectores anulares pegados y yuxtapuestos, entre tos cuales se hallan conglutinadas las espigas de todas las varillas, menos las dos extremas. Estas dos reciben el nombre distintivo de padrones, y alcanzan la forma y el temario de los trapecios plegables, por lo cual, siendo de una materia algo resistente, —madera, nácar, marfil, carey—, cubren y protegen, cuando el abanico está cerrado, el papel o la tela de los países.

Al efecto, los padrones se pegan a los trapecios extremos de tal modo, que, abierto el abanico, aparece el trapecio primero, o sea el de la izquierda del observador, por encima del padrón izquierdo, y el padrón de la derecha por encima del último trapecio. Para mayor seguridad y fortaleza, las laminas de las varillas no son ya sencillamente rectangulares por el pie del varillaje, o sea por su parte visible; sino que van ensanchando desde el clavillo hasta el sitio en que tocan al papel o la tela, al paso que el resto de cada varilla oculto entre los dos países, y que se llama pajilla o espiga, va disminuyendo de anchura y de longitud, y en algunas ocasiones hasta de grueso. Las líneas rectas quedan casi por completo proscriptas de los contornos del pie del varillaje, incluyendo la parte de los padrones correspondiente al propio pie del abanico, no la parte alta superpuesta a los trapecios. El clavillo no se remacha ya sobre las varillas extremas mismas, sino sobre virolitas de metal, nácar, hueso, etc. con lo cual los padrones resultan mucho mejor sostenidos y menos expuestos a desgastes y deterioros. Telas delicadas, y a veces exquisitas, suelen sustituir al papel de los sectores anulares; y estos, ya sean de papel o de seda o de cabritilla, etc. siempre ofrecen a la vista variadas pinturas de flores, pájaros vistosos, paisajes llamativos, cuadros mitológicos, o escenas interesantes de la vida real o de la fantasía.

2014 - Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano Siglo XIX. Aviso Legal